Estampa de un cuento dentro de otro cuento.
Los pasillos y las paredes se movían,
lo que recién era una entrada, pronto se transformaba en una pared;
si no hubiese sido por sus amigo de la infancia
nunca habría llegado a tiempo para rescatar a su hermanito
de las garras de los goblins.
- Cuantos recuerdos - piensa Sarah mientras da las últimas pinceladas al lienzo donde dibuja a Ludo.
- ¡Querida!, ¿otra vez plasmando tus recuerdos en oleo? - reprocha diplomáticamente el conde desde la puerta de la alcoba.
- ¡Disculpe usted! - responde Sarah sarcásticamente
- Hubiese preferido terminar mis días al lado del narcisista rey Jareth que en este frío castillo; si solo Mina no me hubiese mirado aquel día...- se lamenta Sarah mientas observa por la ventana el majestuoso paisaje de los Cárpatos.
Mon Moroag.
Estampas y Microrelatos.
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